FAMIPED, que había nombrado en alguna ocasión más bien de pasada, es una revista electrónica gratuita auspiciada desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y en marcha desde hace algo más de 2 años. Está dirigida a profesionales de salud, familias y adolescentes, tal y como reza en su web:
La revista «Familias, pediatras y adolescentes en la Red» (FAMIPED), bajo el lema «mejores padres, mejores hijos», es una revista electrónica que se edita con el objetivo de facilitar a las familias y a los adolescentes información pediátrica veraz, fiable, inteligible para el público en general y basada en las mejores pruebas disponibles en el momento.
Además de a través de esta entrada, en la parte inferior de la columna derecha del blog podéis encontrar enlaces permanentes, tanto a la revista como a la web de la AEPap.
En este mes de septiembre, a punto de cerrarse, se ha publicado el número 3 del volumen 3, con artículos recogidos en las distintas secciones que suelen ser habituales en la revista (Vida saludable, El pediatra escribe sobre…, Temas de familia, Cosejos pediátricos traducidos, Temas educativos, Psicología, Los adolescentes escriben, Los padres escriben… y un largo etcétera). En una de esas secciones, la denominada Niños sin fronteras, podemos encontrar en este número un artículo titulado Dos años en Pikhana… (Calcuta), testimonio de la psicóloga María de Muns sobre su colaboración al desarollo en tiempos de crisis. Nos habla del proyecto para el que ha colaborado, además de relatarnos su visita a otros dos proyectos en Bombay. Os dejo un fragmento, pero os recomiendo fervientemente que os leáis todo el artículo en la web de FAMIPED y que, de paso, difundáis entre colegas y familias con las que tengáis relación la existencia de este recurso:
Nuestro trabajo se centra en la atención a los niños del barrio y a sus madres, con una ginecóloga, una pediatra, una unidad para niños con desnutrición y una guardería.
Es un centro pequeño, pero la demanda es mucha. Trabajamos con familias numerosas, con una media de 6 a 8 hijos por familia., con madres que vienen a pedirnos ayuda con un bebé en brazos, dos pequeños agarrados a su sari y embarazadas del próximo.
Al dispensario llegan niños con desnutrición severa, en su mayoría niñas, en un estado que, hasta que llegué aquí, sólo había visto en documentales. Lo que nunca imaginé es que iba a encontrar niños a punto de morir por desnutrición, en la misma calle en la que se encuentra una farmacia con leche para lactantes.
La primera vez que llegué aquí no podía entender cómo una situación como ésta no aparecía cada día en las noticias.
Y es aquí donde he aprendido lo que significa trabajar para el desarrollo, ayudarles a valerse por sí mismos, no puntualmente, en casos de emergencia, sino dándoles un futuro.
Desarrollo es ver como Dilshad, que llegó con 3 meses, a punto de morir, hace carreras a gatas por toda la unidad de desnutrición, o hacer una fiesta para celebrar que Sabina, venida hace dos años, empieza el colegio la semana que viene. Trabajar para el desarrollo es ser testigo de milagros como éstos cada día.
Pero los voluntarios también vamos de vacaciones, y yo, el lunes, volví de Bombay.
Me tome cinco días de vacaciones para ir a conocer otro proyecto: Sonrisas de Bombay. Sonrisas fue fundado por un periodista español, Jaume Sanllorente, quien, en un viaje a India, conoció un orfanato a punto de cerrar y dejó todo para dedicarse a los niños de ese orfanato. De esto hace sólo seis años y, ahora, Sonrisas tiene un orfanato, dos colegios, un proyecto de 112 guarderías en distintios slums y colabora en otro para la erradicación de la lepra. Es increíble cuántas cosas se pueden hacer, y hacer tan bien, en sólo seis años, pero con mucho trabajo e ilusión.
El primer día visité varias de las guarderías. La coordinadora india se quedó encantada de que pudiera hablar hindi, ( broken hindi o hindi roto, sería más acertado), y de que viviera en Calcuta, y me invitó a que diera un rato de clase a los niños. Así que, allí me tenéis, trabajando en vacaciones, cantando canciones en hindi con los niños y haciendo juegos y preguntas.
El segundo día visitamos uno de los colegios y el proyecto de lepra, que es impresionante.
Ana es la persona de Sonrisas que me acompañó en la visita. Y, al día siguiente, me presentó a la comunidad española que vive en Bombay, y me invitó a ir con ellos a Dharavi . Dharavi es el slum donde se rodó la pelicula Slum Dog Millionaire. Allí vive Jesús, un asturiano con un proyecto: 100 familias indias . Se dedica a recorrer India, conviviendo y entrevistando distintas familias indias, para acercar su cultura a Europa, conociéndola desde dentro, más allá de las imágenes que se repiten una y otra vez en los reportajes sobre India. Tiene una web donde cuenta el proyecto www.100familiasindias.com. Jesús había organizado una fiesta en Dharavi, y la comunidad española éramos los invitados especiales.
Un slum, al final, no es más que un pueblo, más o menos grande, con condiciones mejores o peores, donde todo el mundo se conoce, y donde, cuando llega alguien de fuera, todos quieren conocerlo.
Hola!
Muchas gracias por visitarnos y por explicar tu experiencia. Puedes seguir nuestra actividad día a día a través del blog lassonrisasdebombay.blogspot.com
Un fuerte abrazo desde Sonrisas de Bombay
Gracias a vosotr@s por asomaros por aquí, 😉
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