Con el final de año tocando a las puertas, con el balance de lo que ha supuesto este 2011 para la vida de este blog y quien escribe entregado ayer mismo, os dejo ahora con algunas entradas publicadas en este mismo mes de diciembre pero de hace doce meses.
- Beatriz Aragón, coautora de la última de las entregas de la iniciativa Atención Priamaria: 12 meses, doce causas, dedicada a l@s invisibles y olvidad@s del sistema sanitario del que os hablaba recientemente, dejaba un relato estremecedor sobre la realidad de su trabajo en una de esas zonas tan cercanas y a las que a veces nos resulta tan sencillo dar la espalda: la periferia de nuestras ciudades desarrolladas, La Cañada Real, en Madrid en este caso. No encontré mejor título para la entrada que una de las frases de su relato: No hay posibilidad de negar lo mínimo a los que viven en la exclusión.
- Una madre de la consulta me dejaba un testimonio en primera persona sobre la integración de personas de distintas culturas en la nuestra, parejas interracial, hij@s mulat@s… una historia de miedos, rechazos y una escuela de tolerancia, que se aprende con el tiempo y que conviene especialmente tener en cuenta cuando la crisis económica se convierte en excusa para parapetarse en esos miedos y rechazos (parafraseando a la autora, dando tiempo, sin imponer presencias pero manteniéndose firme en las opciones tomadas): Malaika (mi ángel).
- Casi la primera retrospectiva del blog (luego han llegado otras, con otros formatos, quizás algo más centradas en los contenidos que en las estadísticas, como esta misma recopilación mensual) coincidió con los 6 meses de vida del mismo. Es cierto que incluía dos anuncios, dos novedades algo abandonadas en los últimos meses, la de la recopilación de iniciativas y organizaciones que pasa(ba)n por el blog y la musical. No estoy en disposición de prometer nada al respecto en este 2012 que va a traer novedades en lo personal que consumirán tiempo y energía…
- La miseria genera enfermedad (De populorum miseria: morborum genetrice), así de simple y de real esta frase para inspirar una serie de entradas dedicada específicamente a las desigualdades sociales en salud publicada entre los meses de diciembre y enero (fuente en realidad de inspiración de otras muchas entradas del blog), desigualdades que comienzan simple y llanamente con el nacimiento, tal y como nos volvía a traer al recuerdo la lotería de la vida de Save the children hace unas pocas semanas o, por aquel entonces, Podrías haber nacido en cualquier otra parte del mundo, de Intermón Oxfam.
Finalizo con el recuerdo musical, doble en esta ocasión, por un lado el que da el título a una de las entradas mencionadas en este resumen, Malaika, y por otro lado con un hombre de la tierra, quien también ejerció como neuropsiquiatra infantil en Donostia/San Sebastián y cuyo Txoria txori es desde hace mucho tiempo un icono de las ansias de libertad y paz que nuestro pueblo está a las puertas de recuperar, sirva de homenaje a todas las mujeres y hombre que han trabajado y trabajan por ello: