Si un niño muere… escribía Salvador hace dos días, en una entrada de la que me hacía eco horas más tarde en una llamada compartida a la no-indiferencia.

En un mundo donde, según declaraciones de Brendan Cox, de Save the children, 3 millones de niñ@s mueren de hambre, nos permitimos desperdiciar la mitad de la comida que se produce. Son algunas de las conclusiones del estudio recientemente publicado por Mechanical Engineers, al que podéis acceder a través de la imagen que acompaña a esta entrada.

En palabras de Cox, al que podéis escuchar en el siguiente vídeo y en lo que es también una llamada a la responsabilidad de productores y consumidores:

Lo que estamos diciendo es que ahora lo normal es que haya altos precios para los alimentos. Solo en el último año vimos un aumento del 25% en el trigo y el maíz, y eso está teniendo un impacto real en la vida de los niños. Ya sabemos que aproximadamente tres millones de niños mueren cada año producto de la desnutrición, y creemos que la crisis de los precios de los alimentos de este año y lo que suceda el año que viene podría empeorar mucho la situación.