¿De dónde hemos sacado la idea loca de que, para que los niños lo hagan mejor, antes tienen que sentirse peor?
Tercera entrada de esta serie dedicada a la parentalidad positiva y el buen trato. No es infrecuenta confundir éste (es dejar que haga(n) lo que quiera(n))… Como si establecer normas de comportamiento fuese en dirección contraria. Me viene una y otra vez a la cabeza una expresión leída leída hace ya tiempo a Santiago García-Tornel, la de puño de hierro en guante de seda.
Por eso me impactó tanto ver la presentación de Marisa Moya (a quein tuve la oportunidad y el placer -demasiado breve, sí- de desvirtualizar al compartir mesa en PediaTIC el año pasado) sobre la disciplina positiva. Difícil subrayar algún aspecto de forma resumida, pero me atrevo a marcar algunas cuestiones:
- es posible (y deseable) revisitar nuestros modos de actuar con l@s menores para eliminar las prácticas disciplinarias no respetuosas, conjugando amabilidad, firmeza y respeto, mirando a futuro (orientación a las soluciones) y no al pasado (orientación a la culpa), a largo plazo; esto contribuye a involucrar a l@s niñ@s, a que sean y se sientan tenid@s en cuenta, lo que les enseña el desarrollo de competencias sociales tales como el respeto, el interés por los demás, la habilidad para resolver problemas, la responsabilidad, la participación, y la colaboración.
- acercarse para conocer, respetar y entender, con generosidad pero sin renunciar a la firmeza, y es preguntando, escuchando activamente y pidiendo más que ordenando, ofreciendo para escoger entre alternativas aceptables (otorgando capacidad) y sus consecuencias (responsabilidad), y supervisando el cumplimiento de los acuerdos en el tiempo establecido a lo largo de todo el proceso.
- sin olvidarse del papel clave del establecimiento de rutinas (contribuyen a declinar las luchas de poder), las reuniones familiares y las muestras de afecto.
Merece la pena leerla con mucha calma, releerla, reposarla… y volver a ella otra vez.
Disciplina positiva, por Marisa Moya, en Prezi
Disciplina positiva, por Marisa Moya, en Slideshare
Quizás no esté de más recordar lo que aprendimos de pequeños sobre los errores…:
- Los errores son malos.
- No debes cometer errores.
- Eres estúpido, malo, inadecuado y fracasado si cometes errores.
- Si cometes errores no dejes que las personas se den cuenta.
… para enseñarles (y aprender nosotr@s en muchas ocasiones a la vez) que cometer errores es una oportunidad para valorar la ayuda de otr@s. Esto los estimula a tomar responsabilidad por lo que hacen. Podemos aplicar la R de recuperación:
- Reconocer el error con un sentido de responsabilidad en vez de culpa.
- Reconciliarse: disculparse con la persona que hirió u ofendió.
- Resolver el problema cuando sea posible trabajando juntos para solucionarlo.
Lo importante no es ganar a los niños sino ganárselos, para ello el adulto debe invertir tiempo en motivar y enseñar competencias esenciales para la vida.
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Nunca en mis estudios universitarios, pedagogía y magisterio, se trató el tema con tanta claridad, sencillez y precisión.
Se puede decir que Marisa Moya es una artista de la educación infantil.
Lo es, sin duda. Por eso merecía la pena compartirlo…
Gracias, David, por pasarte por aquí y dejar tu comentario. 🙂
Si es cierto que educar es una suerte de arte, alquimia para acertar con los ingredientes y mano para integrarlos 🙂 ¡Solo me siento aprendiz de la magia de la educación! Cada día, rodeada de mis pequeños, atenta a ese lenguaje que nos resulta complicado interpretar, el emocional y que sin embargo es su única vía de comunicación.
El artículo de Rubén ha sido un regalo, quizás uno de los más satisfactorios de esta temporada, no sé si el espíritu de PediaTIC hace su labor entre bambalinas o es que sencillamente encontrar el elixir que nos sirva de orientación en la mejor tarea del mundo (educar) sea ansia de muchos, los que somos progenitores, los que somos docentes…
#contodoslossentidos espero disfrutar y aprender en esta semana de la escuela, la semana de la Disciplina Positiva ¡Prometo compartir!
Agradecida, un beso!!
El regalo es, como te comentaba anoche, Marisa, el poderlo compartir. El regalo es el que hemos recibido al poder tener acceso a seguir aprendiendo, a seguir mejorando y a seguir creciendo, como profesionales (cada cual en lo suyo…), pero sobre todo como personas…
Aprovecha, aprende mucho esta semana, y vuelve a pasar por esta tu casa cuando quieras.
Un abrazo, 😉
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