Llega la disciplina positiva

Acabo de llegar a la consulta. Las emociones se me acumulan. Al mensaje al filo de la medianoche de Marisa

… y tras la entrada de la semana pasada que cayó como afortunada casualidad y su eco posterior que me había puesto los dientes largos…

… se une esta sorpresa que acabo de recibir (había intentado localizarlo, pero debe estar ya descatalogado) a través de mi enviado especial 😉

Disciplina positiva, libro con dedicatoria

Os dejo con la entrad íntegra de Marisa de ayer en Escuela Gran Vía-Escuela enREDada y me adelanto a su final… Gracias, Marisa; gracias, Jesús; por la oportunidad de seguir aprendiendo junt@s.

Taller de Disciplina Positiva en España #escuelaenREDada

Taller de Disciplina Positiva en España #escuelaenREDada

24 septiembre, 2013 // Por :  // 3 Comentarios

Talleres de Disciplina Positiva en España, en la escuela. Una semana disfrutando de una de las experiencias más significativas en mi carrera profesional y en mi trayectoria vital.

¿Qué pasa cuando alguien te desea lo mejor y hace todo lo adecuado para conseguirlo? La respuesta va más allá del significado personal, es la base de la filosofía en la teoría de Adler, Dreikurs, Nelsen y Lott… pioneros, creadores, y que cada día divulgan y comparten entrenadores y facilitadores unidos por este mismo afán.

Gina Graham ha sido lectura obligada por placer y aprendizaje desde hace tres o cuatro años. La conocí por medio de la red y fue esa lluvia fina que cae en terreno fértil o dicho de manera menos poética, juntarse el hambre con las ganas de comer. Hace unos meses recibí un mensaje suyo ¿quieres ser la anfitriona de la introducción de Disciplina Positiva en España? Así, sin más, ya se perfilaba la aventura. Mi estado de ánimo de natural es efervescente y aunque la ocasión sugiriese análisis y meditación, directamente obvié pasos de prudencia y enfoqué toda la voluntad en que esa cercanía ideológica en planteamientos de crianza y educación tuviera visos mucho más allá de la realidad digital.

Así fue como llegaron Gina y Gigliola Núnez a Madrid, a la escuela. Mirada cálida, voz suave, rotundas en el mensaje, “estamos aquí para intentar que este sea el mejor taller de vuestras vidas”. No sospechéis vanidad, ni tan siquiera prejuzguéis carácter pretencioso, al leer lo que he escrito.

Era pura honestidad en la finalidad, ha sido, honestidad en los hechos”.

He aprendido teoría de Disciplina Positiva, no hace tanto compartía con vosotros algunos de sus planteamientos, he sentido y presenciado qué es, cómo se vive y qué efectiva puede ser para educar, para la relación interpersonal, para la relación intrapersonal. Porque desarrollarla va más allá de enunciados teóricos, es un hermoso ejercicio de destrezas para la vida.

Gina y Gigi, hacen muchas preguntas ¿dónde estás padre/madre/educador? ¿dónde quieres llegar?

Los niños no vienen con libro de instrucciones, las habilidades para educar se aprenden”.

Invitan“pon tus manos en tus rodillas, cierra los ojos, evoca las sensaciones cuando trajiste un hijo al mundo, rescata de tu memoria los deseos, los sueños, las ilusiones”. Y ahora imagina que ese hijo creció, tiene 25 años, abres la puerta y es un joven que tiene ¿qué cualidades, cuáles son las características personales de ese muchacho, cómo te gustaría que fuese? La atmósfera se vuelve densa, montones de atributos la llenan, tolerante, feliz, sentido del humor, espíritu crítico, capaz, autónomo, libre, solidario, compasivo, generoso, amable, afectuoso…   Los deseamos equilibrados, conscientes y hábiles en el manejo de sus sentimientos, autónomos, con criterio para discernir entre el bien y el mal, lo adecuado y lo que no lo es. Los ansiamos generosos, solidarios, sensibles al dolor ajeno, empáticos, considerados. Necesitamos pensar que son y se sentirán felices. Una lista interminable, prosiguen cuestionando ¿cuántos de nosotros tenemos esas características?

Toda una lista de deseos, es la lista del “destino” en todo proceso educativo. Aparece en escena otra lista, otra serie también inagotable, la de los retos diarios a los que nos enfrentamos como educadores y pilotos de una nave que depende por entero de nosotros, los adultos. No come, no duerme, no hace las tareas, no es generoso, se enrabieta, es agresivo, es desobediente, es apático, es poco participativo, es rebelde, es tímido, es desconsiderado…

Si confrontamos ambas listas, es posible que el sentimiento evidencie que entre lo que queremos y lo que hacemos no solo no hay conexión, incluso puede que salga a la luz la contradicción ¿son adecuadas las herramientas que usamos para la integración de punto de partida y destino, expectativas/estrategias?  Se revela que los términos de la fórmula que empleamos para lograrlo no mantienen la igualdad, casi haría falta un elixir para que funcionara. No porque nos falte buena intención, sin duda queremos lo mejor para nuestros hijos. Tampoco nos falla el sentimiento grande donde los haya, el amor.

¿Y entonces dónde está el quiz de la técnica? ¿Información, ingenio? Si no soy así ¿por qué actúo con mi hijo de este modo?

Siguen con su mensaje pausado, medido con esmero, Gina y Gigi, ahora proponen una actividad lúdica, luego reflexiones, no sentencian, no sermonean. La batidora de la introspección está en funcionamiento.

Estilo autoritario, ¿orden? sí, pero también, ¿inseguridad,temor, individuos lastimados, heridos , rechazados, sin valores internos, que sean otros los que juzguen, ellos nunca pudieron?

Estilo permisivo, el piloto no está en la nave, ¿resulta también el temor, la desorientación, la confusión, se ignora el respeto hacia uno mismo, hacia los demás? ¿dónde quedan los ideales?

¿Es un relato catastrofista o te identificas con la inquietud?

Llegamos a ese atributo que es obligación y compromiso, la responsabilidad del adulto a la hora de educar.

  • ¿Tienes necesidad de componer todo lo que le sale mal al niño, en lugar de dejar que crezca arreglando sus propios errores?
  • ¿Estás sujeto a la consecuencias inmediatas, no te permites tiempo en la búsqueda de soluciones conjuntas?
  • ¿Temes lo que piensen los demás?
  • ¿Sientes la necesidad de proteger de todo lo doloroso? ¿Has pensado que esto pueda impedir que aprenda y se convierta en adulto capaz que pueda sobrevivir al dolor y aprender de él?
  • ¿Temes al enfado, te das por vencido, cedes o haces lo que sea para evitar la furia del niño?
  • ¿Crees que eres egoísta si no te sacrificas, si tienes tiempo personal, si te diviertes?

La duda nos mueve, como si de un baile se tratara  pasamos del ámbito de la firmeza al de la amabilidad. La mirada larga de la educación se desdibuja porque todo un abanico de sentimientos y acciones se entrometen en las metas de crianza, impiden que te cuides a ti mismo, que cuides las situaciones, que cuides al niño.

Respeto mutuo, por uno mismo y la situación (firmeza), el respeto por las necesidades del niño y de otros (cariño)”

Hay puentes dice Gina, hay hoja de ruta, principios de la Disciplina Positiva:

  • Relaciones horizontales: todos tenemos el mismo derecho a ser tratados con dignidad y respeto.
  • La meta del comportamiento es de pertenencia (conexión) y sentirse significante. Todos necesitamos sentir que somos parte y podemos contribuir a la comunidad. Y que somos importantes para nuestros seres queridos, para nuestro entorno.
  • Educa a largo plazo, es la única manera de desarrollar habilidades para la vida, con paciencia y consistencia. El niño está pensando, sintiendo, aprendiendo y decidiendo de sí mismo y de su mundo y lo que necesita hacer en el futuro para sobrevivir o salir adelante
  • Da aliento. ¿Dices o pides, das ánimos o alabas? La alabanza crea dependencia, adictos a la aprobación, complacencia. Dar ánimo conduce a la autoconocimiento a valorar el proceso más que los resultados. La alabanza es el dulce en educación, el aliento es la alimentación.
  • Sé amable y firme al mismo tiempo.
  • Los errores son estupendas oportunidades de aprendizaje.

Los niños están tomando constantemente decisiones en base a sus percepciones que viene determinadas por multitud de factores, de orden evolutivo, de orden emocional.

Son grandes perceptores pero malos intérpretes, detrás de sus conductas hay creencia erróneas.

El mal comportamiento viene de la creencia equivocada de cómo lograr conexión y significado.

Metas equivocadas del comportamiento infantil. Disciplina Positiva, por Marisa Moya

Ante estas situaciones de conflicto, ante situaciones en las que se incurre en error, el adulto debe:

  • Recogerse. Cuando nos “destapamos” la corteza prefrontal no está en el mejor de sus momentos, no podemos regular las emociones, no podemos manejar las relaciones interpersonales, perdemos intuición, no tenemos flexibilidad ¿perdemos la idea de lo inapropiado de nuestro comportamiento? Probablemente no pero sin volver  a ser tú mismo, sin volver a tu centro, no es posible la reparación.
  • Reconocer. Notar qué ha hecho el adulto, ¿en qué me equivoqué? toma de responsabilidad.
  • Reconciliar. Reconocer errores y expresar arrepentimiento (lo siento), disculpas, acciones (abrazos), algo que me vuelva a conectar con el niño.
  • Resolver. Comparte tu plan para no repetir el error o encontrar forma de arreglarlo.

La idea no es evitar el destape emocional adulto, eso es imposible, todos seguiremos haciéndolo, el desafío es hacerlo mejor, ser más conscientes de la reparación, tomar tiempo para volver, reconectar y reparar.

Ideas, más ideas, revolución interna, revolución en las prácticas:

  • No utilices el castigo, destiérralo, analiza los efectos, venganza, resentimiento, rebeldía, apatía.
  • Conexión antes que corrección.
  • Tiempos fuera, pausas, si no estás bien para atender al niño retírate, no entres en pugna, pide ayuda.
  • Haz preguntas de curiosidad, no presupongas. Educar no es llenar, tal vez por eso a los niños lo que les decimos les entra por un oído y les sale por el otro, educar es sacar a la luz.
  • Ayuda al niño a desarrollar la creencia “soy capaz”, no hagas nada que él pueda hacer por sí mismo.
  • Enseña habilidades de vida.
  • Entiende que existe un proceso entre la percepción y la interpretación.

Por último, por qué utilizar la Disciplina Positiva:

  • Ayuda a los niños a sentirse conectados.
  • Es mutuamente respetuosa.
  • Es efectiva a largo plazo.
  • Enseña habilidades sociales y de vida.
  • Invita a los niños a descubrir sus capacidades.

Esto no ha hecho más que empezar. Magia y energía en un taller vibrante, con un buen puñado de personas que piensan que sí se puede cambiar el mundo y el cambio empieza por uno mismo. Disciplina Positiva ya está en España, no para ganar a los niños, vamos a intentar ganarnos a los niños.

Muchas gracias  a Gina Graham, Gigliola Núñez por la magnífica oportunidad de aprendizaje. Y a todos los compañeros y compañeras, un abrazo desde el corazón.

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6 respuestas a Llega la disciplina positiva

  1. Maite de Aranzabal dijo:

    Interesante, Rubén. Me gustaría hacer ese taller… Creo que soy una madre autoritaria horrible… Maite

    • Seguro que no eres una madre autoritaria horrible. Pero probablemente tod@s hemos sido hij@s de nuestro tiempo y nos ha tocado vivir, a modo de péndulo, de la rigidez y el autoritarismo de otro tiempo a la relajación de la disciplina vivida en ocasiones como ausencia de la misma.

      Tod@s tenemos mucho que seguir aprendiendo, como profesionales, como madres/padres, como personas…

      Ya le he dicho a Marisa a ver si organizan una sesión en el Norte, a ver si hay suerte, 😉

      Un abrazo, 🙂

    • Marisa Moya dijo:

      Hola Maite, Gina Graham decía en su taller que los retos diarios a los que nos enfrenta la educación de los chicos, nos pueden hacer pensar o caer en sentimientos de culpabilidad «si no soy así por qué razón actúo de esta manera con mi hijo». También dice, no te sientas sola, nos pasa a todos los educadores. Lo importante de la Disciplina Positiva no es que facilita recetas, que no lo hace, despierta la ilusión por aprender a tratar, orientar y relacionarse con el niño de otra manera. Se puede aprender: Mira la presentación del artículo, es densa, pero muy significativa. El mensaje es que los niños interpretan las realidades de su entorno, casi siempre con «falsas creencias» producto de su corta edad y escasa maduración y desarrollo. Lo que les mueve en el mal comportamiento siempre está motivado por dos necesidades, saber que pertenece a su comunidad y ser tenido en cuenta. A poco que vayas siguiendo la descripción de las cuatro metas equivocadas de los niños y los sentimientos que suscitan en ti, la Disciplina positiva propone estrategias distintas de las que utilizamos, parar, meditar, recomponerse como ser racional y hacer frente a las situaciones dando al niño oportunidades de aprendizaje de habilidades para la vida. Si te gusta lo que lees merece la pena una sentada larga y achar un vistazo al libro «Educar con firmeza y cariño» de Jane Nelsen, no son fórmulas magistrales, son estímulos y motivaciones para ser un educador respetuoso y amable.
      Por último, no sientas tu crianza con culpa, muchas veces nos mueve el temor a no hacerlo suficientemente bien y que el niño no logre ser aquel adulto capaz que ansiamos. El autoritarismo tiene a la base ese temor, confía en tu hijo, permite que tome decisiones, a su lado siempre con aliento y apoyo, esto le servirá para sentirse bien, querido, respetado y con habilidades para ser.
      Un abrazo!!

  2. Marisa Moya dijo:

    Me ha costado escribir esta vez el artículo Rubén, así como cuando empecé la lectura del libro me salían las palabras a borbotones y tenía una necesidad urgente de contar lo que el texto me descubría, en esta ocasión, la presencia de estas dos mujeres, sus dotes de comunicación y la fuerza del mensaje me dejaron con los sentidos embotados.
    Todos los educadores seamos docentes o padres vivimos montones de retos diarios en la crianza pero «nos destapamos» emocionalmente a la hora de corregirlos, nos urge poner fin, nos condiciona la consecuencia y Gina y Gigi, hablan quedo, rotundo, «no te enfoques en consecuencias, pon en alza la búsqueda conjunta de soluciones, capacitarás a tu hijo que se sentirá escuchado, comprendido, guiado, respetado»…
    Aún tengo los mensajes revoloteando en la cabeza y en el corazón, sé que necesitan posarse, encontrar su espacio y volver una y otra vez sobre ellos hasta hacerlos míos, interiorizarlos y vivirlos… creo que esa es la manera de compartirlos y difundirlos, contagiando!!
    Muchas gracias por tu cercanía, por la sensibilidad, por el apoyo… si en este curso consigo que las familias de la escuela hagan de conejillos de indias, en cuanto coja soltura para comunicar con dignidad me gustaría poder hacer mi primer taller de Disciplina Positiva en tu tierra, contando con tu colaboración.
    Un abrazo grande!!

  3. chelucana dijo:

    Todo un clásico el libro de Jane Nelsen. Me apena saber que está descatalogado. Me alegra la iniciativa de Marisa de organizar los talleres pero, sobre todo, que estos textos y estrategias salgan de las estanterías de «libros para padres», «escuelas de padres» y «redes de madres» para llegar a educadores y pediatras (personal de pediatría). Eso, realmente me emociona.
    Tu post, Rubén, muy entrañable, como todo lo que escribes.
    Un abrazo

  4. Pingback: Hij@s de Eva y Adán en el 2013 | Hij@s de Eva y Adán

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