He de hacer una pequeña confesión: a veces, no tengo tiempo a leer (o ver) todo lo que publico. Estoy convencido de que no soy el único a quien le pasa, pero hay dos personas cercanas que me han cuestionado en varias ocasiones por la cantidad de información que frecuentemente se suministra desde estas líneas, especialmente en los resúmenes semanales.

Además de remitir a ambas a aquella entrada de hace unos meses sobre la infoxicación y el uso de los agregadores de feeds como una de las estrategias para su manejo (pista mental: he de escribir algo sobre algunos otros métodos que también pueden ser útiles para ello…), lo cierto es que también es que, tal y como leía también hace un tiempo en Primum non nocere un blog es también un excelente método de tener un repositorio de conocimiento significativo, para quien lo escribe en primera instancia, y para otr@s en la medida en que pueda resultarles interesante.

Así que estos últimos días, entre otras cosas, he aprovechado para ver algún vídeo pendiente, como por ejemplo el relativo a la obsolescencia programada (y es que cerca de una hora seguida no es fácil de sacar a veces), que me ha recordado mucho a otra serie de vídos con los que me topé hace tiempo y cuyo visionado también postergué. Así que aprovecho esta entrada para presentaros la historia de las cosas, a la par que me dejo estos deberes más a mano y que en estos días no tengo tiempo nuevamente de volver a ver. Espero que (n)os resulten provechosos:

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